Disfrazada la opinión de información, camuflada en un medio de comunicación, obteniendo así un sello de prestigio del que adolece, nos dan diariamente a los madridistas sobradas razones para desconfiar de la labor periodística que se hace en los medios generales que cotizan en el EGM (Estudio General de Medios que marcan las audiencias) sobre el Real Madrid.
Al Real Madrid se le mide con otra vara de medir en los numerosos programas deportivos. El mejor club de fútbol del siglo XX, tiene un foco permanente que exagera cualquier cosa porque su objetivo no es el mismo del aficionado, sino rellenar minutos y estos deben ser interesantes, así que hablan de lo más interesante, el Real Madrid, aunque no haya nada noticiable, de eso ya se encargan ellos con esa excesiva lupa que no ponen a los demás
Es tan habitual que muchos creen que es la forma de proceder correcta. Ellos están para cuestionar y criticar, pero no aguantan que les pongan en evidencia con su doblerasero. El problema es el de siempre: que no lo hacen con todos por igual. La imparcialidad y objetividad de la que deberían hacer gala está aparcada, olvidada e incluso, sepultada.
Es el nuevo periodismo de sensaciones. Lo importante es la opinión, la interpretación, la sensación del periodista de turno y por supuesto, que la realidad no te estropee la cizaña.
Resulta curioso pero no chocante, que De la Morena, en su nueva aventura en Ondacero fiche para sus tertulias y debates a los directores de los diarios Mundo Deportivo y Sport. A los que les da vitola de expertos en lo que él lama su «sanedrín» de esta cosa del fútbol. El Mundo Deportivo, y sobretodo Sport, tienen muy clara que su línea editorial es culé, además de una línea marcada por un sentimiento antimadridista. ¿Con qué intención ficha De la Morena a estos periodistas para su programa? Hace muchos años el periodismo deportivo no consideraban ni les daban rango de seriedad o de rigor, a estos diarios precisamente por su falta de imparcialidad y su descarado carácter de radical culé y antimadridista. No les hacían caso, porque eran más un panfleto propagandísticos que un diario de información, pero encontraron que sus portadas y sus textos podían alimentar polémicas y debates en torno al Real Madrid y así rellenar. ¡Qué más da que sea una falacia! La duda que se arroja se plantea como posible y así se rellena, objetivo final de los programas y tertulias deportivas en los medios.
En radiomarca, por seguir poniendo algunos ejemplos, se hace gala de la burla y el vacile permanente al Real Madrid, ahí el desprecio constante se disfraza de humor, y siempre cae hacia el mismo lado, y les resulta muy jocoso que David Sánchez presuma de cum laude en antimadridismo. Así, en sus numerosas tertulias usan el verbo «atizar» sin disimulo como si eso fuera el fin de los tertulianos. Claro, que esos palos, siempre caen del mismo lado.
En la programación o desconexión que hacen para Madrid, no para el resto de España, sino para Madrid, es decir, que habrá muchos oyentes madridistas, para dar paso a la opinión de tres periodistas sobre las alineaciones del Real Madrid tras el partido contra el Sporting de Portugal de Champions, partido que ganó el Real Madrid, Raúl Varela lo hacía de la siguiente manera y animaba a la gente a opinar: «la gente se pregunta qué hacer con Morata, qué hacer con James, qué hacer con Lucas, ¿están para ser titulares? ¿y a quién quitas? ¿te atreves a sentar a Gareth Bale? ¿Merece banquillo Karim Benzemá? ¿Qué hacemos con Modric que ayer estuvo regulín regulán? ¿O con Toni Kroos que de vez en cuando aparece y otras no sabemos si está siquiera en el campo? ¿tiene sentido darle la titularidad a Benzemá teniendo a Morata? ¿Merece ser titular Cristiano Ronaldo aún no estando a su mejor nivel?». ¡Toma ya!, encima dice que es la gente la que se pregunta eso ¿Caradura o recurso retórico?. Y este planteamiento tan aciago realizado con el Real Madrid, se hace cuando ha ganado todos los partidos disputados hasta el momento. Lo dicho, exagerar para rellenar con sustancia aunque se parta de premisas falaces. Vale, esto es un ejemplo nítido de cargar tintas, es su opinión ¿y el doble rasero? A continuación, cuando habla del Atlético de Madrid: «Se habla mucho de rotaciones, al Real Madrid le ha ido bien, en el Atleti eso no se discute porque las hace el Cholo y punto, y se acabó, y no hay nada que discutir aunque salga mal los partidos». Y se queda tan pancho. A otra cosa mariposa.
Y así también, son los debates en Cope y SER, donde Juanma Castao y Manu Carreño alimentan constantemente esas preguntas que hacía Raúl Varela aunque no vinieran a cuento. Hay que rellenar con debate.
Pero el debate que sirve para rellenar tiene que ser interesante y para ellos, interesante es sinónimo de polémica, y claro, en su obsesiva mente no es lo mismo polemizar sobre la alineación de cualquier equipo que la del Real Madrid, la joya de la corona, el equipo más laureado y por lo tanto, en el punto de mira de todos los medios. Como es el que más seguidores tiene, más gente escuchará, y con ese cariz polémico me aseguro a todos los demás de otros equipos que gozarán con el cuestionamiento permanente que se hace.
Así, la anécdota, la nimiedad se eleva a solemne, a noticiable, a algo grave o gravísimo, cuando no lo es pero ¡qué más da! hay que rellenar de forma que capte la atención.
Cargar tintas y quitar hierro. Lo primero para el Real Madrid, lo segundo para el resto. Resulta grosero cómo situaciones similares se tildan de manera tan dispar en los mismos medios por los mismos periodistas. Actitud que se hace más evidente, quizás porque los periodistas que siguen al Real Madrid hacen gala de ser «independientes» mientras que los demás, hacen gala de ser simpatizantes del atleti o barça. Y esto sin contar con todos esos gurús y nombres de «prestigio» en el periodismo deportivo que tienen cuitas pendientes con Florentino y en esta animadversion personal, intentan dar patadas en su culo atizando a los jugadores, los fichajes, los entrenadores, porque no puede haber una buena gestión del mandamás, así, los jugadores buenos son los que se van, nunca los que llegan.
Ejemplo práctico y nimio, pero que sirve para criticar, atizar, según sus palabras, es el caso de Toni Kroos, que se salió en su primera temporada en el Real Madrid jugando como mediocentro ante la marcha de Xabi Alonso, pero cada vez que juega ahí se le tilda como un problemón porque juega fuera de posición. Sin embargo, si un centrocampista como Sergi Roberto, el heredero de Xavi y Thiago en el centro del campo del Barcelona, si juega de lateral derecho, es decir, de defensa, lo llaman evolución. Incluso si Koke juega de mediocentro, está bien porque hay que probar la versatilidad de los buenos jugadores, porque los centrocampistas de los demás equipos pueden jugar en varias posiciones de la medular, mientras que los del Real Madrid están encasillados en posiciones fijas. ¿Por qué? Porque así es más fácil y cómodo criticar, cuestionar y volver a poner el foco de forma polémica en el Real Madrid.
Lo más insultante en el fondo, es la impunidad con la que obran en una profesión cuyo santo y seña es esa defensa de la imparcialidad, objetividad y búsqueda de la verdad, para ofrecer al ciudadano, usuario, público, una información veraz y completa. Pues no, justo al revés, porque ya no importa lo que es, sino lo que opina el periodista de lo que debería ser… que luego no mantiene para otro.
Así, el mayor tesoro del periodismo, la credibilidad, es dinamitado por este constante doble rasero, fruto de otros intereses que nada tienen que ver con el periodismo y sí con el espectáculo.
No me extraña que cada vez con más fuerza y pujanza, gracias a las redes sociales, el madridismo se haya movilizado y tenga más claro que en el campo está el rival a batir, mientras que el enemigo anida en los medios.